Gaviota mirando al sudeste

La gaviota mira fijo el horizonte. La gaviota mira al sudeste. Qué es lo que la atrae? Qué hay allí gaviota?. Ella lo desconoce por completo.
Más de una vez lo ha pensado. Pero la idea le parece demasiado arriesgada.... Emigrar? Hacia dónde? Para qué?
Todas las demás se han ido yendo de a poco. Sólo ella queda.
Su memoria juega con los recuerdos de la misma manera que el mar lo hace con la arena. Vienen y se van. Una y otra vez. Y ya no recuerda cuándo fue la última vez que lo pensó, pero las ideas vagan en su cabeza. Yendo y viniendo. A veces con más fuerza que otras. A veces una leve brisa. Otras, en cambio, una tempestad ingobernable. Y cuándo eso sucede vuelve a pararse en el mismo lugar. Y mira para el mismo lado. Y recuerda...
Ya no es la misma. Cómo ha pasado el tiempo! Por un instante baja la mirada. Suspira. Los temores del pasado vuelven para atormentarla. Se apoderan de su ser y la nublan, la bloquean. Suspira nuevamente.
Con la mirada fija en el suelo hace un paso y luego otro. Uno más y otro; alza la mirada. Otro paso y otro más. Ésta vez su loca carrera no se detendrá. Está en su instinto.

Sus patas ya no tocan el suelo. Ya no hay marcha atrás. Vuela! Vuela lejos!