19 de diciembre de 2009

Vacaciones

Ha llegado el ansiado descanso. Abandono la ciudad en busca de tranquilidad. Donde voy no hay bocinas, no hay jefes. No existen los horarios ni los embotellamientos. Reina la paz y el tiempo rinde el doble. Las monedas no son imprescindibles para viajar. La gente no corre, no grita, no pelea. Donde voy no hay Havannas ni playstations. No hay Tinellis. No hay chimentos.
Imagine por un momento su lugar ideal, ese que hace que uno se encuentre con uno mismo. Ese que le da a uno las fuerzas para seguir el resto del año. Ahí voy yo. Lejos y cerca a la vez. Cámara en mano y con una única obligación: descansar.

1 comentario:

Unknown dijo...

felicitaciones por haber llegado del otro lado del muro! se ve que este año consiguió una pelotuda garrocha pa saltar, bó!

Google